Por fin se atrevió a hablar el Secretario de Desarrollo de Regional del Gobierno del Estado de Veracruz. En su edición del 8 de octubre de 2004, en su llamado principal del Diario de Xalapa dice: “Amenazan de muerte a Porfirio” y remiten la nota a la página 10, en donde el periodista René del Valle Rosas, subdirector del “vocero de la provincia”, quien escribe una entrevista exclusiva a Porfirio Serrano Amador, donde revela que recibió amenazas de muerte cuando el año pasado aspiraba a ser diputado federal por Acayucan, y hace tres semanas, después del asesinato de su primo Marcos Guillén Serrano en Matías Romero, Oaxaca: “el que sigue soy yo”, dijo.
La declaración de Serrano Amador cimbró la estructura del poder, y al ser cuestionado el Secretario General de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, sobre lo denunciado, manifestó que el secretario de despacho puede recibir seguridad extra y le recomendó hablar con el Procurador de Justicia, Pericles Namorado Urrutia, para que interponga una denuncia.
Flavino se dijo sorprendido con la noticia, porque nunca lo manifestó y nadie en la administración tenía conocimiento al respecto, y después “minimizó” lo de las amenazas al asegurar: “ustedes me ven que yo camino por las calles de Xalapa, saludando a la gente o viajo a Minatitlán solo, sin ningún tipo de seguridad y no pasa nada”, aunque reconoció haber recibido amenazas de muerte, pero el funcionario afirmó: “Perro que ladra, no muerde”.
También el funcionario (el que suple en sus ausencias al gobernador Alemán) dijo que “aunque la amenaza contra un secretario de despacho es grave” precisó que no es para tener temor de nada, porque Veracruz es una entidad segura; lo otro es una situación personal que hay que investigar.
El buen Flavino se equivoca. El asunto de las amenazas a Porfirio Serrano Amador no es personal, y éste perro ladra y también muerde. Lo anterior lo sabe perfectamente el todavía Secretario de Desarrollo Regional, quien nació el 3 de agosto de 1948 en la Villa de Juanita, municipio de San Juan Evangelista, de donde también es originario el polémico ganadero Cirilo Vázquez Lagunes. Serrano se tituló de licenciado en derecho en la UNAM y adquiere la maestría en 1973.
El hoy amenazado, como muchos jóvenes de la región de Acayucan, como Abel Ruiz Lopart, Miguel Ángel Díaz Pedroza, etc., se desarrollaron en la mística del “cachorro de la revolución”, el ex presidente Miguel Alemán Valdés, y eran concurrentes asiduos de la casa de doña Tomasa Valdés Vda. de Alemán, abuela del actual mandatario estatal, en la Ciudad de México, quien de manera maternal trataba a los jóvenes jarochos que le hacían recordar su amada tierra de Oluta.
Porfirio, pues conocía anécdotas de toda la familia Alemán y más cuando el ex presidente de México mandaba un mensaje a algún “descarriado” del sur de Veracruz, que ante la queja de los agraviados decía: “dile a fulano que se comporte, si no quiere que le pase como a los Azamar”. Resulta que siendo presidente, los Azamar (que tenían y tienen ranchos entre Acayucan y Texistepec) en una cantina de Oluta mataron a un tío del licenciado Alemán y huyeron; un buen día llegaron los soldados a sus ranchos en la madrugada y sacaron a 7 de los Azamar, a quienes aparte de infringirles serias torturas y mutilación de órganos, los colgaron del árbol más alto que encontraron en Oluta. Los Azamar y sus descendientes dejaron de ir a Acayucan e hicieron vida en Minatitlán.
Porfirio también conoció a los Montano y a muchos guardaespaldas del Presidente Alemán, que por los años de servicios muchos fueron compensados muy bien para no sufrir apuros económicos en la vejez; algunos llegaron hasta a ser alcaldes en el sur de Veracruz. Sin duda, el licenciado Alemán era un hombre muy inteligente, agradecido y carismático. Un popoluca puro originario de Sayula de Alemán.
Dante Delgado Rannauro, político, político, siempre buscó cercanía con la familia Alemán: siendo Secretario de Gobierno, le dio trato especial a Miguel Ángel Díaz Pedroza, al Ing. Abel Ruiz Lopart y a Porfirio Serrano Amador. También le tocó instrumentar la primera aprehensión en contra de Cirilo Vázquez Lagunes, el 23 de febrero de 1987. Los …